"Gattaca", de Andrew Niccol. 1997.
Cuando me hablan mucho y muy bien acerca de una película, suele tener en mi un efecto totalmente negativo: no la veo, me niego, no cedo... porque se que si lo hago, la película acaba decepcionándome, véase como ejemplo "La vida es bella", quizá si la hubiera visto antes de que me hablaran tanto de ella me hubiera gustado, pero no, me pareció horrorosa, me aburrió, hasta me puso de mala leche... "Gattaca" ha sido la excepción que confirma la regla... varias personas me habían hablado de ella, calificándola inclusive como su película favorita, una mujer bajita y con gafas me (casi)obligo a comprarla cuando me vió con ella en las manos por los pasillos de la Fnac, utilizando comentarios tan firmes como "es preciosa", "es una maravilla", "no te arrepentirás", etc. Obviamente, lo hice... la elegí para ser uno de los regalos de mi buen amigo Juanma (gracias nen), y esa misma noche, es decir, esta noche, acabo de disfrutarla.
¿Qué decir? Que técnicamente me parece una obra de arte, tanto dirección artística, como vestuario, como fotografía son perfectas y bien elaboradas, dando a la cinta el toque frío y moderno que precisa para situar al público; la música, obra del maestro Michael Nyman, no llega al nivel de su archiconocida "El piano", pero aún así queda en el recuerdo, consigue un efecto hipnotizador y carga a las imágenes del dramatismo que necesitan. El guión de Andrew Niccol complejo, y perfectamente hilado, y la dirección, también de Niccol, sorprendente para ser la ópera prima de un personaje al que solo habíamos conocido por el guión de la (para mi) infravalorada "Pactar con el diablo".
El punto más destacable, para mi, quizá sea el haber reunido en una misma película a mis dos principales mitos sexuales: Ethan Hawke y Jude Law, a parte de ser los dos actores más atractivos del planeta (y enfundados en unos trajes tan tan tan elegantes, más todavía), son dos de los mejores intérpretes con los que cuenta el cine americano actual. Precisos, viscerales, sensibles, expresivos, camaleónicos e inteligentes a la hora de elegir sus proyectos. Y como tercera en discordia... Uma Thurman, otra todoterreno... hay veces que esta chica me deja un poco indiferente, pero este no es el caso. En "Gattaca" consigue crear un personaje frío y sensible al mismo tiempo, seductor y frágil, todo un juego de polos opuestos.
A pesar de que no me guste la ciencia ficción, logra convencerme, envolverme y llevarme con ella de principio a fin, cómo me ocurrió con "Hijos de los hombres", logra que olvide el género para centrarme en la historia, en su parte humana, en su parte sin aritificios ni códigos secretos... y así, me conquista.
¿Qué decir? Que técnicamente me parece una obra de arte, tanto dirección artística, como vestuario, como fotografía son perfectas y bien elaboradas, dando a la cinta el toque frío y moderno que precisa para situar al público; la música, obra del maestro Michael Nyman, no llega al nivel de su archiconocida "El piano", pero aún así queda en el recuerdo, consigue un efecto hipnotizador y carga a las imágenes del dramatismo que necesitan. El guión de Andrew Niccol complejo, y perfectamente hilado, y la dirección, también de Niccol, sorprendente para ser la ópera prima de un personaje al que solo habíamos conocido por el guión de la (para mi) infravalorada "Pactar con el diablo".
El punto más destacable, para mi, quizá sea el haber reunido en una misma película a mis dos principales mitos sexuales: Ethan Hawke y Jude Law, a parte de ser los dos actores más atractivos del planeta (y enfundados en unos trajes tan tan tan elegantes, más todavía), son dos de los mejores intérpretes con los que cuenta el cine americano actual. Precisos, viscerales, sensibles, expresivos, camaleónicos e inteligentes a la hora de elegir sus proyectos. Y como tercera en discordia... Uma Thurman, otra todoterreno... hay veces que esta chica me deja un poco indiferente, pero este no es el caso. En "Gattaca" consigue crear un personaje frío y sensible al mismo tiempo, seductor y frágil, todo un juego de polos opuestos.
A pesar de que no me guste la ciencia ficción, logra convencerme, envolverme y llevarme con ella de principio a fin, cómo me ocurrió con "Hijos de los hombres", logra que olvide el género para centrarme en la historia, en su parte humana, en su parte sin aritificios ni códigos secretos... y así, me conquista.
Puntuación en FilmAffinity: 9 (Muy Buena).
Lo mejor: Los tres protagonistas, el guión y la música.
Lo peor: Que no dure más...
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