"Memorias de una Geisha", de Rob Marshall. 2005.
Hacía tiempo que no disfrutaba del placer de ver una peli por la tele... si... últimamente todo era DVD, descarga de internet o en raros casos, visita al cine. Pero esta noche Canal9 ha tenido el detallazo de regalarnos "Memorias de una Geisha", sin cortes publicitarios, todo un regalo. Así que he cogido mi manta, me he posicionado sobre mi sofá y, a pesar de ser una película que nunca me ha despertado especial interés... he decir que la he disfrutado, y mucho.
Echaba de menos ese cine grande, de grandes espacios, de grandes decorados y preciosa banda sonora, ese cine épico que últimamente no se estila (muy a mi pesar), aunque Baz Luhrman acaba de hacer su propio intento con "Australia" (pendiente tengo ir a verla al cine). Echaba de menos esas películas que vale la pena ver en el cine, por su grandiosidad, y esta es una de ellas. Una fotografía de Dion Beebe merecedora del Oscar, que retrata a la perfección los colores y ambientes del antiguo imperio, que resalta la palidez, la tristeza, pero también el rojo de los labios, los colores de la seda... una banda sonora creada por el maestro John Williams, y dentro de su estatus de obra maestra, grandiosa, envolvente, llena de matices, perfecto contrapunto a la imagen de la pantalla, y una dirección artística y un vestuario, que se llevaron también el Oscar, de manera muy merecida.
Pero quizá esa grandiosidad aparente hace que se olviden otros campos mucho más pequeños pero importantes, que esta cinta, a grandes rasgos, no olvida en absoluto. Una potente protagonista interpretada mágicamente por Zhang Ziyi, y escoltada por dos grandes figuras del cine oriental como son Gong Li y Michelle Yeoh (insuperable). Una fuerte carga emocional, en ningún momento tratada de manera tópica o lacrimógena, sino perfectamente solventada, a excepción de un final, para mi gusto, demasiado esperado...
Echaba de menos ese cine grande, de grandes espacios, de grandes decorados y preciosa banda sonora, ese cine épico que últimamente no se estila (muy a mi pesar), aunque Baz Luhrman acaba de hacer su propio intento con "Australia" (pendiente tengo ir a verla al cine). Echaba de menos esas películas que vale la pena ver en el cine, por su grandiosidad, y esta es una de ellas. Una fotografía de Dion Beebe merecedora del Oscar, que retrata a la perfección los colores y ambientes del antiguo imperio, que resalta la palidez, la tristeza, pero también el rojo de los labios, los colores de la seda... una banda sonora creada por el maestro John Williams, y dentro de su estatus de obra maestra, grandiosa, envolvente, llena de matices, perfecto contrapunto a la imagen de la pantalla, y una dirección artística y un vestuario, que se llevaron también el Oscar, de manera muy merecida.
Pero quizá esa grandiosidad aparente hace que se olviden otros campos mucho más pequeños pero importantes, que esta cinta, a grandes rasgos, no olvida en absoluto. Una potente protagonista interpretada mágicamente por Zhang Ziyi, y escoltada por dos grandes figuras del cine oriental como son Gong Li y Michelle Yeoh (insuperable). Una fuerte carga emocional, en ningún momento tratada de manera tópica o lacrimógena, sino perfectamente solventada, a excepción de un final, para mi gusto, demasiado esperado...
No me había leído el best seller de sobra conocido en el que está basada la película, aunque si he leído libros similares como "Viento del Este, Viento del Oeste", de Pearl S.Buck, libros que retratan la vida de las geishas, y en definitiva, la vida de la antigua (y la actual) China.
En definitiva una grata sorpresa con una manufactura de primera clase.
Puntuación en FilmAffinity: 8 (Notable)
Lo mejor: Zhang Ziyi, Gong Li, la banda sonora y la fotografía.
Lo peor: tener un happy end... y quizá le sobren unos cuantos minutos...
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