"Y tú mamá también", de Alfonso Cuarón. 2001.
Otra de esas películas que ha estado durante siglos cogiendo polvo en mi estantería... la daban con algún periódico, y siempre la he tenido un poco ignorada, no me pregunteis por qué. Alfonso Cuarón me parece un muy buen director (hace poco además disfrute su grandísima "Hijos de los hombres"), Maribel Verdú siempre me ha creado cierta simpatía (y además la chiquita lo hace bien...) y Gael García Bernal es uno de los protagonistas de mis poluciones nocturnas (y desde que vi "La ciencia del sueño" un actor a tener muy en cuenta), así que hoy, finalmente me he decidido a verla.
"Y tu mamá también" podría pertenecer a varios géneros, desde la road movie hasta el drama, pasando por la comedia, el erotismo, el retrato de adolescencia, el despertar sexual, etc... Y en todos ellos seguro que tendría la fuerza suficiente para brillar. Al principio quizá pueda cansar su manera de ser contada, con una voz en off que aparece cada cinco minutos relatando lo que acontece o añadiendo información complementaria o expresando lo que los protagonistas piensan... pero sin ese tipo de apuntes, la película perdería parte de su encanto y personalidad. La historia de dos amigos (mexicanos) inseparables, de los de verdad, es entrañable, y es entrañable principalmente por la naturalidad y frescura con la que está contada e interpretada por sus dos protagonistas Gael García Bernal y Diego Luna, ambos brillan en sus papeles (para mi, Gael brilla más, pero porque me pone bastante burro), se ganan el favor del público desde el primer segundo de metraje, su simpatía, su confianza. Ambos amigos conocen a Luisa, papel magníficamente interpretado por Maribel Verdú, una española que quiere cambiar de vida (y disfrutarla), y juntos comienzan un viaje hacia ninguna parte, un viaje en el que se conoceran (ellos dos más si cabe), en el que se odiarán, querrán y desearán, en el que hablarán de todo, de la vida, de los principios, pero sobretodo de sexo (motor que mueve la vida de todo adolescente), y en el que construirán una extraña relación a tres bandas que pondrá en peligro la relación de amistad de Julio y Tenoch.
Morbo a raudales en toda la película, desnudos a diestro y siniestro, sexo (casi) explícito, y conversaciones puramente sexuales, pero al mismo tiempo naturalidad, simpatía, humildad, verdad... Da gusto ver unos desnudos así, además de por la belleza de ambos chavales (sin menospreciar la de nuestra Maribel), por su frescura, por la indiferencia que provocan. Se les ve tan cómodos y naturales que no incomoda en ningún momento. Véase sin ir más lejos la escena de ambos amigos tumbados sobre los trampolines (y disfrutando de sus respectivas poluciones) o la escena tras la borrachera de ambos amigos con Luisa en la habitación... hacía tiempo que no veía un beso tan de verdad...
Punto destacable para mi, además de los desnudos y de la historia de la preciosa y envidiable relación entre Julio y Tenoch, la radiografía de México que realiza Cuarón. Durante todo el recorrido en coche pasan por pueblos, conocen sus tradiciones, hablan de su pasado, de su forma de vida... y como dice Luisa en una de las escenas finales... "en México se respira vida".
Preciosa fotografía de Lubezki, música adecuada, un guión intenso, un final que estruja el corazón, vida en cada segundo del metraje, y paisajes que toman protagonismo, casi tanto como los propios protagonistas. Todo un acierto de película, tanto, que ahora mismo tengo unas ganas locas de coger el coche y perderme con un amigo... lástima que el tiempo no acompañe... ¡Quiero que vuelva el verano!
"Y tu mamá también" podría pertenecer a varios géneros, desde la road movie hasta el drama, pasando por la comedia, el erotismo, el retrato de adolescencia, el despertar sexual, etc... Y en todos ellos seguro que tendría la fuerza suficiente para brillar. Al principio quizá pueda cansar su manera de ser contada, con una voz en off que aparece cada cinco minutos relatando lo que acontece o añadiendo información complementaria o expresando lo que los protagonistas piensan... pero sin ese tipo de apuntes, la película perdería parte de su encanto y personalidad. La historia de dos amigos (mexicanos) inseparables, de los de verdad, es entrañable, y es entrañable principalmente por la naturalidad y frescura con la que está contada e interpretada por sus dos protagonistas Gael García Bernal y Diego Luna, ambos brillan en sus papeles (para mi, Gael brilla más, pero porque me pone bastante burro), se ganan el favor del público desde el primer segundo de metraje, su simpatía, su confianza. Ambos amigos conocen a Luisa, papel magníficamente interpretado por Maribel Verdú, una española que quiere cambiar de vida (y disfrutarla), y juntos comienzan un viaje hacia ninguna parte, un viaje en el que se conoceran (ellos dos más si cabe), en el que se odiarán, querrán y desearán, en el que hablarán de todo, de la vida, de los principios, pero sobretodo de sexo (motor que mueve la vida de todo adolescente), y en el que construirán una extraña relación a tres bandas que pondrá en peligro la relación de amistad de Julio y Tenoch.
Morbo a raudales en toda la película, desnudos a diestro y siniestro, sexo (casi) explícito, y conversaciones puramente sexuales, pero al mismo tiempo naturalidad, simpatía, humildad, verdad... Da gusto ver unos desnudos así, además de por la belleza de ambos chavales (sin menospreciar la de nuestra Maribel), por su frescura, por la indiferencia que provocan. Se les ve tan cómodos y naturales que no incomoda en ningún momento. Véase sin ir más lejos la escena de ambos amigos tumbados sobre los trampolines (y disfrutando de sus respectivas poluciones) o la escena tras la borrachera de ambos amigos con Luisa en la habitación... hacía tiempo que no veía un beso tan de verdad...
Punto destacable para mi, además de los desnudos y de la historia de la preciosa y envidiable relación entre Julio y Tenoch, la radiografía de México que realiza Cuarón. Durante todo el recorrido en coche pasan por pueblos, conocen sus tradiciones, hablan de su pasado, de su forma de vida... y como dice Luisa en una de las escenas finales... "en México se respira vida".
Preciosa fotografía de Lubezki, música adecuada, un guión intenso, un final que estruja el corazón, vida en cada segundo del metraje, y paisajes que toman protagonismo, casi tanto como los propios protagonistas. Todo un acierto de película, tanto, que ahora mismo tengo unas ganas locas de coger el coche y perderme con un amigo... lástima que el tiempo no acompañe... ¡Quiero que vuelva el verano!
Lo mejor: El trío protagonista, la vida que destila, el guión, la música, la fotografía, México, todo...
Lo peor: Al principio cuesta entender el hablar de Julio y Tenoch... solo eso.
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