"Eyes wide shut", de Stanley Kubrick. 1999.
Elegancia sería la palabra perfecta para describir la última gran obra de Kubrick. Elegancia en cada segundo del metraje, elegancia en una fotografía de Larry Smith que consigue retratar un Nueva York lleno de matices y colores, elegancia en la inquietante música de Jocelyn Pook, y sobretodo, en las interpretaciones de la pareja protagonista, Tom Cruise y Nicole Kidman, pareja real en el momento en el que la película fue rodada.
Lo transgresor de esta película reside en hablar de un tema tan tabú como el sexo y la infidelidad en la pareja, de una manera, encima, tan naif y elegante... Mostrar a Nicole Kidman desnuda frente al espejo, o meando en el váter, o siendo magreada por su marido mientras se fuma un porro... toda una osadía.
La trama parte tras una discusión que la pareja tiene poco después de asistir a una fiesta, en la que ella le confiesa que una vez tubo deseos de serle infiel con un oficial de marina al que ni siquiera conocía, y por el que estubo a punto de dejarlo todo. Él, al recibir tal balazo, se lanza a la calle trastornado, y por una serie de casualidades, da a parar a la reunión de una extraña congregación secreta que se dedica (básicamente) a hacer orgías con máscaras preciosas y llenas de strash, en mansiones de ensueño, y con una música nada apropiada para el arte amatorio, pero al chico, muy poco disimulado le pillan y están a punto de desnudarle y hacerle unas cuantas perrerías (violentas, por cierto), pero en el momento preciso, una chica misteriosa y en tetas se ofrece para saldar su afrenta, y él es puesto en libertad... y aquí empieza (para mi) lo malo de la película. De repente la relación de la pareja se olvida, y todo se centra en la congregación y en el efecto hipnótico que le causa a Cruise, éste empieza a investigar y todo se empieza a complicar, pero realmente no se nos explica prácticamente nada... no sabemos de donde sale dicha congregación, en que consiste, ni nada... aparecen personajes en los que no se profundiza, como el vendedor de disfraces, su hija fresca, la putita graciosa con sida y su compi de piso o el pianista, que de repente desaparecen y ya no se vuelve a hablar de ellos... ocurren cosas sin más. Hasta llegar a un final en el que por arte de magia, la pareja "hace las paces", se alegran de lo fuertes que han sido por no haberse puesto nunca los cuernos, y terminan por admitir que lo que les hace falta es un buen polvo...
Yo, sinceramente, me quedé un poco loco. La película me enganchó, pero me parecieron innecesarias 2 horas 3o minutos, para encima, dejar tanto cabo suelto... en una hora menos estaba más que resuelta...
Puntuación en FilmAffinity: 7 (Buena).
Lo mejor: Cruise y Kidman, la perfección aparente del conjunto, la fotografía y los diálogos de la pareja.
Lo peor: Lo mal tratados que están los personajes secundarios, demasiado larga y demasiadas cosas sin atar.
Lo transgresor de esta película reside en hablar de un tema tan tabú como el sexo y la infidelidad en la pareja, de una manera, encima, tan naif y elegante... Mostrar a Nicole Kidman desnuda frente al espejo, o meando en el váter, o siendo magreada por su marido mientras se fuma un porro... toda una osadía.
La trama parte tras una discusión que la pareja tiene poco después de asistir a una fiesta, en la que ella le confiesa que una vez tubo deseos de serle infiel con un oficial de marina al que ni siquiera conocía, y por el que estubo a punto de dejarlo todo. Él, al recibir tal balazo, se lanza a la calle trastornado, y por una serie de casualidades, da a parar a la reunión de una extraña congregación secreta que se dedica (básicamente) a hacer orgías con máscaras preciosas y llenas de strash, en mansiones de ensueño, y con una música nada apropiada para el arte amatorio, pero al chico, muy poco disimulado le pillan y están a punto de desnudarle y hacerle unas cuantas perrerías (violentas, por cierto), pero en el momento preciso, una chica misteriosa y en tetas se ofrece para saldar su afrenta, y él es puesto en libertad... y aquí empieza (para mi) lo malo de la película. De repente la relación de la pareja se olvida, y todo se centra en la congregación y en el efecto hipnótico que le causa a Cruise, éste empieza a investigar y todo se empieza a complicar, pero realmente no se nos explica prácticamente nada... no sabemos de donde sale dicha congregación, en que consiste, ni nada... aparecen personajes en los que no se profundiza, como el vendedor de disfraces, su hija fresca, la putita graciosa con sida y su compi de piso o el pianista, que de repente desaparecen y ya no se vuelve a hablar de ellos... ocurren cosas sin más. Hasta llegar a un final en el que por arte de magia, la pareja "hace las paces", se alegran de lo fuertes que han sido por no haberse puesto nunca los cuernos, y terminan por admitir que lo que les hace falta es un buen polvo...
Yo, sinceramente, me quedé un poco loco. La película me enganchó, pero me parecieron innecesarias 2 horas 3o minutos, para encima, dejar tanto cabo suelto... en una hora menos estaba más que resuelta...
Puntuación en FilmAffinity: 7 (Buena).
Lo mejor: Cruise y Kidman, la perfección aparente del conjunto, la fotografía y los diálogos de la pareja.
Lo peor: Lo mal tratados que están los personajes secundarios, demasiado larga y demasiadas cosas sin atar.
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